Matador de Ramón Monegal es más que un perfume – es una actitud. Para quienes lideran, no siguen. Que no buscan el escenario, lo crean. Notas afrutadas de maracuyá, coco y melocotón abren un juego de refinamiento floral, fuerza amaderada y almizcle magnético. El incienso, el ámbar y el cuero aportan profundidad y presencia. Matador no entiende de género – solo de instinto. Un perfume de soberanía silenciosa: sutil, decidido, irresistible.







