"En 1960, Dior le pidió a Paul Vacher que creara una fragancia que tiene presencia y fuerza, pero que se supone que es extremadamente refinada. En 1963, Vacher creó Diorling, una fragancia basada enteramente en el olor del cuero. El genio de Vacher fue evidente al elegir sus primeros ingredientes con el máximo cuidado para crear una bolsa fragante que se puede llevar consigo: un bolso de mujer, un bolso de lujo muy chic, cuyo cuero es el que lo lleva, puede acariciar tan suavemente como la fragancia puede acariciar el cuello de quien lo lleva; un manufakt de cuero cremoso e imaginario. Paul Vacher pensó en una bolsa sin costuras, de acariciar el aire. Chandler Burr, DIOR, Les Parfums (2014)